Esta es la historia de Adrián del Moral, veracruzano con los Diamondbacks

El pelotero Adrián del Moral, originario de Actopan, Veracruz, habló en exclusiva para XEU Deportes, donde nos compartió su historia y platicó cómo es que se dio su llegada con la organización de los Diamondbacks de Arizona de las Grandes Ligas. El lanzador derecho de 21 años de edad, se encuentra en las ligas menores de la institución estadounidense, buscando un lugar para llegar a la Gran Carpa.

Desde muy pequeño, Adrián mostró amor por el llamado Rey de los Deportes: "Fue en Actopan, a la edad de siete años. Mi papá me llevó al campo a entrenar, y pues de ahí de adelante como que se convirtió en mi pasión. Yo decía no quiero dejar de ir, quiero estar constante en eso, ya de ahí no me alejé nunca, ahí me quedé hasta la edad que me firmaron".

Debido al talento que demostró en el béisbol, a la edad de 14 años fue firmado por uno de los mejores equipos de la Liga Mexicana de Béisbol.

"Si, fue a la edad de 14 años. El entrenador José Olguín, 'el Maestro Chepe', habló con Alberto Joachín que era scout de los Diablos Rojos del México, y nos fueron a ver ahí a Actopan. A los 14 años tiré 81 millas, que fue cuando me firmaron", dijo.

Tras ser firmado por los Diablos Rojos del México, Adrián fue enviado a una de las academias más representativas del país, Alfredo Harp Helú y recordó que "es un edificio donde está un pequeño complejo deportivo donde tiene todo, ahí tienen las habitaciones donde descansan los prospectos que están ahí en ese momento (...) Tiene el training room, que es importante para cualquier lesión que pueda haber, y tratarlos ahí mismo. Incluso, jugadores de Liga Mexicana cuando están lesionados van a la academia a su rehabilitación porque tienen mejores cosas ahí. Está bastante bien la academia en la que estuve allá en Oaxaca, es la Academia Harp Helú, que es para los prospectos de los Diablos Rojos y Guerreros de Oaxaca".

Pero, ¿cómo es un día en la vida de Adrián del Moral?

"En un día normal de la temporada si el juego es en la tarde a las siete de la noche, me levanto a las 10 de la mañana, porque el día anterior nos desvelamos, estuvimos en el estadio hasta las 10, 11 o 12 de la noche, porque se hace tarde en los juegos de noche. Entonces nos levantamos un poquito tarde, a las 11 tenemos que estar en el estadio (...) Los pitchers vamos a calentar el brazo y después a correr. A los que les toca trabajar bullpen lo tiran, y después de eso al gimnasio", compartió. 

"El pitcher abridor, por ejemplo, tiene que salir 30 minutos antes de que comience el juego, los que no, pueden salir de 10 a 15 minutos antes de que comience el juego, porque hay que cantar el himno nacional y la ceremonia del primer pitcheo. Si te toca pitchar, por ejemplo en mi caso yo soy pitcher abridor, tiro cinco o seis entradas, las que me toque tirar, después de ahí salgo y voy al gimnasio, y para la novena regreso para terminar el partido, y si ganamos para salir a saludar y apoyar al equipo", agregó.

"Si no estás jugando ese día, igual tienes que estar en el dougout o en el bullpen, apoyando a todos los compañeros. Después de eso nos dan cena, nos bañamos, nos cambiamos y ya nos vamos para la casa", señaló.

Adrián no se olvida de sus raíces y sabe el sacrificio que se tiene que hacer para llegar hasta donde ha llegado, por lo que manda un mensaje para todos aquellos peloteros que se encuentran con aspiraciones similares.

"Que trabajen fuerte, que se esfuercen, que realmente nosotros vemos las Grandes Ligas muy lejos, me lo decía mi agente, que las vemos a muchos años de distancia, pero no es así, es más cerca de lo que nosotros pensamos. Si realmente nos enfocamos en lo que nosotros queremos, el trabajar, no rendirse y siempre ser el número uno, cómo decía Derek Jeter, “Hay personas que tienen más talento que tú, pero no puede haber excusa para que alguien trabaje más fuerte que tú”. Entonces, si estás corriendo, que seas el primero en llegar, siempre tratar de ser mejor y no desistir, seguir luchando cada día", finalizó.

Escucha la entrevista completa en la parte posterior de la nota.