Stuttgart no aprovecha y sigue sin ganar en Champions League

El Stuttgart y el Sparta de Praga empataron a uno en un vibrante duelo en el que el equipo alemán llevó casi siempre la iniciativa, pero en el que no concretó las múltiples ocasiones de gol de que dispuso y sigue sin conocer la victoria en la actual Liga de Campeones.

Con la novedad del gigante bosnio Ermedin Demirovi? en punta, casi inadvertido durante el choque, el conjunto dirigido por Sebastian Hoeness salió dispuesto a traducir las buenas sensaciones que dejó en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid y aprovechó la primera oportunidad de marcar que tuvo.

Una gran jugada por la banda izquierda a los 7 minutos entre Leweling y Mittelstadt dio paso a un balón milimétricamente centrado por el lateral germano que remató con brío el francés Millot, lejos del alcance del cancerbero Vindahl.

No se amilanó el equipo dirigido por el danés Lars Friis. Instantes después, una falta servida también desde el costado izquierdo, pero en la otra mitad del campo, fue rematada con contundencia por el joven central Martin Vitík, cuyo testarazo, ante la silueta petrificada de Nübel, se estrelló en un poste.

El envite se convirtió en un toma y daca. Cada ataque de uno era contrarrestado con una ofensiva del otro. No había ni pausa ni centro del campo, pero sí ráfagas de continuo vértigo, la especialidad de este Stuttgart.

En una de ellas, un pase en largo desde la medular a la espalda de toda la defensa dejó solo a Undav frente al arquero danés, pero su intento de quiebro fue defectuoso y su definición, mansa, directa a las manos del meta.

El conjunto 'rotten' no materializó sus ocasiones para poner tierra de por medio y el Sparta lo castigó. Y de qué manera. Una lejana falta se transformó en un misil del finlandés Kairinen, cuyo disparo entró por la escuadra derecha de la portería local para igualar el duelo.

El vigente campeón checo incluso pudo consumar la remontada apenas cinco minutos después, pero un duro cabezazo del serbio Birmancevic, tras otro centro desde la izquierda, de Ryneš, chocó con el larguero.

El cuadro de Hoeness había entrado en zozobra y el descanso le resultó reparador para aclararse las ideas. El equipo germano optó por intensificar la presión y nada más reanudarse el encuentro, Millot, tras robar el esférico cerca del área en un saque de Vindahl, pudo romper el empate.

Pero el que casi lo consiguió fue su rival. Una jugada embarullada en el área del Stuttgar se resolvió, tras varios rebotes, con un remate otra vez de Birmancevic delante de Nübel, que, en esta ocasión, acertó a despejar el guardameta teutón.

El Sparta de Praga retrasó sus líneas y los locales, merced a su empuje, se instalaron en la mitad del conjunto checo. Pero sus ofensivas, a pesar de voluntariosas, no eran incisivas y sus constantes intentos se encontraron, una y otra vez, con el muro diseñado por Friis. Y cuando consiguieron sortearlo, con una gran pared tirada por alto entre Leweling y Stiller, marraron en la resolución.

Angustiado por lo que acontecía, Hoeness quemó todas las naves y colocó a todo su arsenal sobre el césped, con Fürichs, Touré y el suizo Rieder como últimas piezas de artillería, pero sus últimos esfuerzos, con buenos disparos del helvético, no obtuvieron recompensa ante un rival que, incluso, pudo darle un susto en el tramo final ante la desguarnecida defensa del subcampeón de la Bundesliga.

El empate deja en una tesitura un tanto inquietante a un Stuttgart que, en la próxima fecha 'Champions', dentro de tres semanas, viajará a Turín para medirse al Juventus con un solo punto; mientras que el Sparta, con un extraordinario botín de cuatro en su casillero tras las dos primeras jornadas, lo hará hacia Mánchester para enfrentarse al City de Pep Guardiola.

Información de EFE/Foto: EFE