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sábado 21 diciembre 2024, 10:24 AM Por: Edwin Santana
George Eastham, leyenda del Stoke City y ganador de la Copa del Mundo de 1966, falleció este sábado, dejando atrás un legado en el que destaca su litigio contra la política de fichajes de la época y su ayuda para acabar con la "esclavitud" en los contratos del fútbol británico.
En la temporada 1893-1894, la liga inglesa introdujo una legislación por la que un jugador, una vez era registrado por un club, no podría ser registrado por ningún otro de la misma liga, salvo que recibiera el permiso del primer club. Aunque su contrato hubiera expirado, si el club propietario no lo permitía, ese jugador no podría volver a jugar al fútbol en la misma liga.
Es decir, tenía dos opciones, o irse a una liga no profesional o retirarse. Suena surrealista, pero muchos clubes decidían no renovar el contrato de su jugador y simplemente este quedaba en un limbo del que no podía salir.
Esta regulación se mantuvo hasta 1963, cuando Eastham llevó a su equipo, el Newcastle United, a los tribunales.
"Nuestro contrato nos vinculaba a un club para toda la vida. Mucha gente lo llamaba el contrato esclavo. No teníamos derechos. Un trabajador del club podía ganar más que nosotros -y no había problema con ello-, pero es que nosotros no teníamos libertad de movimiento", recordó el exjugador en el libro "Rebeldes por la Causa".
El problema de Eastham con el Newcastle comienza cuatro años atrás, en 1959, cuando el club decidió no renovarle el contrato porque este se quejaba de las condiciones que le daba el club del norte de Inglaterra. Consideraba que la casa que le dieron era inhabitable y necesitaba un segundo trabajo para subsistir.
Este era otro de los problemas de la época, existía un límite salarial para cada futbolista. En 1901, los equipos podían pagar un máximo de 4 libras semanales a un jugador. Este límite aumentó hasta las 20 libras en 1958, pero era insuficiente para que muchos pudieran mantenerse y por eso necesitaban un segundo trabajo. Ante la amenaza de la huelga, la liga eliminó el límite en 1961.
Pero en 1959, Eastham quería ganar más dinero y necesitaba un trabajo por las tardes. No le salía nada interesante en Newcastle, por lo que, tras varios meses sin jugar, se fue a la capital, a Londres, donde las oportunidades eran mayores y donde pudo ponerse a vender corcho en una granja del sur de la ciudad. Según el propio Eastham contaba, ganó más dinero vendiendo corcho que como futbolista.
Para matar el gusanillo del fútbol, Eastham entrenó con algunos equipos amateurs y jugó un partido con estrellas de la televisión. Esto no gustó a la federación inglesa, que le dijo que no podía hacer eso al estar aún bajo contrato del Newcastle.
Según recordó Eastham en la fiesta centenario de la PFA (el sindicato de jugadores), el por entonces técnico del Newcastle, Charlie Mitten, le dijo "si no juegas para nosotros, no jugarás para nadie", pero el Newcastle, finalmente, cedió, se embolsó 47.000 libras por el atacante y este pudo firmar un contrato con el Arsenal, equipo en el que estuvo seis años disputando más de 200 partidos y marcando 41 goles.
Una vez solucionado esto, la PFA instó a Eastham a que peleara por su salario perdido en los meses que no jugó con el Newcastle, así como los bonus que no recibió y, por encima de todo, el arcaico sistema de contratos.
En 1963 y gracias al apoyo económico del sindicato, llevó al Newcastle a los tribunales y el 4 de julio de ese año, tres semanas después de que comenzara el juicio, llegó el veredicto. Eastham no ganó el caso por los sueldos no pagados -al haberse puesto en huelga el juez entendió que no tenía derecho a ellos- pero sí logró que cayera el sistema de contratos.
El juez, Richard Wilberforce, no tenía poder para idear cómo sería el sistema posterior, pero sí terminó con una época de "esclavitud" en el fútbol británico y abrió el camino para que treinta años después Jean-Marc Bosman consiguiera que los futbolistas pudieran moverse con libertad al término de sus contratos.
Como jugador, Eastham formó parte de la selección inglesa en el Mundial de 1962 y en el de 1966, aunque sin disputar ni un solo minuto en ellos, y, tras seis años en el Arsenal, se marchó al Stoke City, donde estuvo siete temporadas, disputó 194 partidos y marcó el gol de la victoria en la Copa de la Liga de 1972.
Con información y foto de: EFE