PSG destroza a su rival y se pone a un punto de ser campeón

Aún no es matemáticamente campeón el París Saint Germain, pendiente del duelo posterior de esta noche entre el Mónaco y el Niza, pero es un hecho tan inminente y tan irrebatible que ya lo siente como suyo, aún más con la remontada, la exhibición y la rotundidad con la que solventó su visita al Saint Etienne (1-6), con cinco goles en el segundo tiempo, tras la derrota antes del Marsella. 

Cumplidos los dos primeros requisitos para ser ya campeón este mismo sábado (primero el revés del equipo marsellés frente al Reims, con el que perdió por 3-1, y después el vigésimo segundo triunfo en 27 jornadas del conjunto liderado por Luis Enrique Martínez), queda sólo el tercero para que ni siquiera las matemáticas pongan alguna duda a su decimotercer título de la Ligue 1, el undécimo desde 2012-13: la victoria o el empate del Mónaco con el Niza.

Si eso se produce, este mismo sábado, el PSG será el campeón inequívoco y seguro de la competición francesa, mientras divisa ya las semifinales de la Copa de Francia este mismo martes y asoman a una semana y media los cuartos de final de la Liga de Campeones contra el Aston Villa de Unai Emery. Lo quiere todo. Está preparado para todo. El 1-6 es una demostración. También sus ocho triunfos seguidos en la liga gala, en la que aún es invencible. Y ha ganado 14 de sus últimos 15 choques entre todas las competiciones. 

El PSG soportó el contratiempo del 1-0. Se sintió campeón antes de tiempo, saltó al campo a medio gas, se encontró con un adversario intenso, ambicioso, lanzado inicialmente al ritmo del aliento de su público y transformó la puesta en escena en una seria amenaza para el líder, por detrás en el marcador, sin extrañarle a nadie, antes del minuto 10 del partido.

Ya se había acercado unas cuantas veces el Saint Etienne al área de Safonov, el sustituto de Donnarumma en la portería por las rotaciones que incluyó Luis Enrique en su once tras el desgaste de los compromisos y los viajes internacionales de la última fecha FIFA. También descansaron de inicio hombres tan esenciales como Vitinha, Dembele, Nuno Mendes o Marquinhos. El próximo martes asoman, además, las semifinales de la Copa de Francia. 

El 1-0 fue un cabezazo cómodo, dentro del área, en una posición inmejorable, de Stassin, que culminó una gran acción de sus compañeros, con el centro final de Davitashvili tras alcanzar la línea de fondo de la banda izquierda. No se enteró el PSG de nada de la jugada ofensiva de su oponente. Quedó desbordado, recibió el gol... Y despertó. Imparable.

Superado inicialmente por la presión de su contrincante, sin manejar el PSG esa destreza tan bien como suele hacerlo últimamente y tan fundamental como es en la idea de juego de Luis Enrique y expuesto, por extensión, por esas circunstancias, el vigente (y futuro) campeón entró en el encuentro instante a instante, metro a metro, pase a pase.

Ya jugó en campo contrario (en los primeros diez minutos, apenas hizo una posesión de balón aparente en el otro terreno), ya provocó unos cuantos acercamientos en el otro área, ya remató varias veces sin el tino que debería, con el goleador Dembele y con los lamentos de Donnarumma en el banquillo, y finalmente empató, quizá hasta con merecimiento.

Lo hizo de penalti. La maniobra de Gonçalo Ramos, con un control y un recorte, realmente hacia fuera del foco de la portería, contactó con el intento de despeje y la rectificación posterior de Tardieu. En una imagen parecía un simple roce, en otra daba la impresión de ser algo más. No tuvo duda el árbitro, Jeremy Stinat, reafirmado por el VAR.

El delantero portugués, un suplente habitual, titular este sábado por duodécima vez en 28 encuentros disponible este curso para Luis Enrique, transformó la pena máxima con la autoridad de un futbolista llamado a más protagonismo en el PSG, hoy relegado a la suplencia por el nivel altísimo de su competencia, pero ya con 14 goles esta temporada. 

Al borde del descanso, aún Safonov debió salvar al París Saint Germain frente a Stassin, al que se abalanzó con celeridad cuando detectó el previsible duelo individual entre los dos. Lo suficientemente cerca como para limitar su margen de maniobra, su remate impactó contra el cuerpo del portero para alivio del PSG, empatado al intermedio ante el decimoséptimo, al que no le dio ninguna opción más. 

En cuanto ajustó sus líneas y su presión, el equipo parisino devoró al Saint Etienne. En un suspiro, en tres minutos, el comienzo del segundo tiempo, entre el 50 y el 53, dos golpes consecutivos y concluyentes expresaron la superioridad del PSG, su colectivo y sus futbolistas: Kvaratskhelia anotó el 1-2 y Doué el 1-3, tras la recuperación de Barcola.

Después agrandó aún más la diferencia, con el 1-4 de Joao Neves, aún en el minuto 62, ya con Vitinha sobre el terreno (entró en el minuto 57 por Zaire Emery, 'tocado' en el tobillo izquierdo desde la primera parte; después también ingresaron al campo Dembele y Nuno Mendes); con el 1-5 de Doué, con un contundente derechazo tras una estupenda maniobra (su noveno tanto de la campaña), y con el 1-6 de Mbaye para culminar una exhibición de campeón.

Ficha técnica: 

1 - Saint Etienne: Larsonneur; Macon (Appian, m. 89), Batubinsika, Nade, Petrot; Ekwah; Cardona (Mouffek, m. 78), Bouchouari, Tardieu, Davitashvili (Old, m. 63); Stassin (Wadji, m. 78). 

6 - París Saint Germain: Safonov; Zaire-Emery (Vitinha, m. 57), Beraldo, Pacho (Nuno Mendes, m. 64), Lucas Hernández; Joao Neves, Fabián Ruiz (Kimpembe, m. 77); Barcola, Doué, Kvaratskhelia (Dembele, m. 64); Gonçalo Ramos (Mbayem, m. 77). 

Goles: 1-0, m. 9: Stassin. 1-1, m. 42: Gonçalo Ramos, de penalti. 1-2, m. 50: Kvaratskhelia. 1-3, m. 53: Doué. 1-4, m. 62: Joao Neves. 1-5, m. 67: Doué. 1-6, m. 89: Mbaye.

Árbitro: Jeremy Stinat. Amonestó con tarjeta amarilla al local Bouchouari (m. 27). 

Incidencias: partido correspondiente a la vigésimo séptima jornada de la Ligue 1 francesa, disputado en el estadio Geoffrey-Guichard ante unos 41.000 espectadores. 
 

Con información y foto de: EFE