Real Madrid gana en el último minuto y sigue firme en la lucha por el título

Un tremendo derechazo del uruguayo Fede Valverde en la prolongación permitió al Real Madrid amarrar un triunfo imprescindible ante el Athletic Club (1-0) que le sirve para seguir en la pugna por el título con el Barcelona, a la nada despreciable distancia de cuatro puntos, pero aún con opciones.

Cuando parecía que el cuadro del italiano Carlo Ancelotti iba a entregar tres cuartas partes del título liguero al equipo azulgrana, que había vencido el sábado al Celta, el internacional charrúa se hizo con un balón dentro del área del equipo vasco y enganchó un espectacular disparo que se coló por una escuadra de la meta de Unai Simón.

Fue el único momento realmente para celebrar del Real Madrid, que cuatro días después de entregar la corona de la Liga de Campeones al caer ante el Arsenal parecía que iba a dilapidar también todas sus opciones o casi todas en el torneo doméstico.

Tras clasificarse para las semifinales de la Liga Europa, Ernesto Valverde planteó un once con numerosas novedades y optó por esmerarse en el esfuerzo defensivo y en la labor de bloque ante un cuadro de Carlo Ancelotti 'tocado' que volvió a carecer de recursos futbolísticos para desarbolar su entramado y tampoco encontró el acierto mínimo para rubricarlo cuando lo pudo hacer hasta ese momento final estelar del uruguayo.

Sin Kylian Mbappé, sancionado y lesionado, con Luka Modric y Dani Ceballos al mando en la medular, el Athletic hizo un ejercicio de solidez atrás ante un Real Madrid ineficaz, que tan solo encontró el recurso de los desbordes de Vinicius Junior.

El brasileño era su único recurso con algo de peso e incluso el único que había visto puerta (m.79), pero su gol fue anulado por fuera de juego previo de Endrick.

El arreón final del Real Madrid, consciente de lo que se le iba, encontró el premio del latigazo de Valverde y castigó a un Athletic que acusó el desgaste europeo y que suma una visita más al Santiago Bernabéu sin ganar, algo que no consigue desde febrero de 2005.

El resultado no pone en peligro el cuarto puesto del Athletic, aunque le frena en su ambición por sentenciar cuanto antes su clasificación para la próxima 'Champions', ya que sus perseguidores, Villarreal y Betis, han jugado un partido menos, pero todavía tiene un cierto margen.

El 'submarino amarillo' recortó un punto al Athletic al firmar tablas ante la Real Sociedad (2-2) en un partido marcado por el VAR y las decisiones del colegiado Guillermo Cuadra Fernández en la segunda mitad, en la que se anularon tres tantos al conjunto castellonense (de Yeremy Pino, Pape Gueye y Etta Eyong), que fue superior al donostiarra.

Para el conjunto de Marcelino García Toral una victoria suponía cuanto menos mantener la distancia de tres puntos sobre el Betis, que visitará este lunes al Girona en el último encuentro de la trigésima segunda jornada, en la lucha por esa quinta plaza que otorga el pase a la próxima Liga de Campeones.

La tuvo cerca, pero entre dichas decisiones y los errores propios que le costaron los goles con los que Mikel Oyarzabal remontó el inicial de Yeremi Pino, se le fueron dos puntos que puede lamentar, porque tras el 2-2 obra de Ayoze Pérez desarboló a una Real que puede marcharse satisfecha con unas tablas que la mantienen a las puertas de Europa a tan solo uno del Celta.

La clasificación en esta zona está tan apretada que Osasuna, con su serie de dos empates y dos victorias, ha alejado los fantasmas del peligro y se ha posicionado también en disposición de luchar por los torneos europeos.

Aprovechó este domingo un partido propicio, su visita al colista Valladolid. Aunque sufrió en cierto modo en la segunda mitad, el 2-3 supone un impulso más que importante para el cuadro de Vicente Moreno, instalado a dos puntos del Celta tan solo y con diez respecto a la zona roja.

El croata Ante Budimir y Rubén García certificaron la superioridad osasunista en la primera hora de partido, porque, aunque Iván Moro acortó distancias un penalti transformado por el balcánico, elevó otra vez la ventaja que parecía dejar el partido sentenciado.

En cambio, el Valladolid tiró de orgullo, acortó otra vez distancias por medio del senegalés Mamadou Sylla de pena máxima y estuvo cerca de dar un disgusto al equipo navarro, tan pleno ahora de ilusión y libre de un sufrimiento al que siguen abocados el Sevilla y el Alavés después de empatar a uno en el Ramón Sánchez Pizjuán.

El partido, considerado casi como una final, dejó al Alavés en la zona de descenso, a un punto de Las Palmas -vencedor el sábado del Atlético de Madrid- y al Sevilla con seis, un margen demasiado intranquilizador.

El reencuentro de Joaquín Caparrós con el banquillo sevillista tras relevar a Xavi García Pimienta no encontró el refrendo de la victoria. La tuvo en su mano con dos ocasiones en el tramo final de Dodi Lukebakio y de Suso Fernández, pero la actuación de Antonio Sivera ante el belga y la falta de acierto en el disparo del gaditano se lo impidieron.

Un gol de Peque Fernández de cabeza al inicio del encuentro ilusionó al sevillismo, que parecía ver brotes verdes con la salida del equipo de Caparrós, pero en la última acción del primer tiempo, Kike García rubricó una magnífica combinación de un Alavés que fue a más.

El econjunto del argentino Eduardo 'Chacho' Coudet, aún más necesitado, mandó en diversas fases ante el nerviosismo de un Sevilla que quiso estar más activo y armado, aunque no encontró la reacción en cuanto a juego y resultado solo a medias -frenó la racha de cuatro derrotas seguidas- que trataba con la vuelta de uno de sus mitos al banquillo de un equipo que está metido en auténticos problemas y que no gana en casa desde diciembre. 

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