¿Pueden los juegos de cartas ser considerados como un deporte?

Si te corre sangre por las venas, alguna vez te habrás hecho esta pregunta: ¿Son deportes los juegos de cartas? ¿Cómo es esto posible?

Sin duda, esta es una discusión no apta para aquellas personas que ven la vida en blanco o negro. Como mínimo, habría que repasar qué es un juego de cartas, qué es un deporte y qué criterio se usa en cada país o región para hacer estas distinciones. De lo contrario, estaríamos condenados a enumerar la interminable cantidad de opiniones o casos particulares registrados alrededor del mundo.

Para que los juegos de cartas entren en la categoría de deporte, existen dos elementos a favor y dos en contra en la mayoría de definiciones preestablecidas. Los cuatro principales requisitos para que una actividad se acepte como deportiva son:

• Se trata de una actividad competitiva sujeta a normas.
• Se requiere entrenamiento previo.
• Implica alguna forma de actividad física no dañina para los participantes.
• Los resultados no pueden depender del azar.

Queda claro que las dos primeras condiciones se satisfacen sin problemas, mientras que las otras dos son, cuando menos, polémicas. Aunque, si nos acercamos a los diccionarios más recientes, encontraremos que se aceptan como sinónimos conceptos como recreación, pasatiempo o diversión. 

Para complicarlo un poco más, se creó la Asociación Internacional de Deportes Mentales (IMSA, por sus siglas en inglés). Este organismo, fundado en abril de 2005, aspira a que los juegos que agrupa, incluidos el bridge y el póker, celebren encuentros mundiales cada cuatro años, en el marco de los Juegos Olímpicos. 

Y sí, la Asociación Internacional de Deportes Mentales es miembro de la Asociación General de Federaciones Internacionales de Deportes.

El bridge brindó la primera victoria

Curiosamente, una discrepancia por financiamiento público en el Reino Unido acabó metiendo al Bridge en la lista de deportes reconocidos por el Comité Olímpico Internacional. La Unión Inglesa de Bridge requirió el apoyo de la Sport England para la promoción de sus actividades. Este organismo, encargado de regular e impulsar la actividad deportiva en el país, respondió negativamente argumentando que un juego de cartas no puede ser una actividad deportiva.

El asunto se convirtió en una disputa legal, y un tribunal sentenció a favor de los demandantes, que sostenían que se trata de un “deporte de la mente”. La tesis fue respaldada por instituciones de otras naciones, como Holanda, Polonia e Irlanda.

En 1999, la inercia de este precedente finalmente logró incluir al Bridge entre los deportes reconocidos por el Comité Olímpico Internacional, con el mismo estatus que el golf, el rugby y el karate.

El póker: un caso diferente

El póker es un juego apasionante que se ha mantenido por décadas entre los primeros lugares de preferencia en los casinos del mundo. Se trata de un juego en el que cada participante recibe un número de cartas aleatorias y debe obtener con ellas la combinación más alta posible.

Pese a no contar con el estatus de deporte olímpico, el póker está entre las disciplinas reconocidas por la Asociación Internacional de Deportes Mentales. No reconocerlo, al menos en la categoría de deportes mentales, parece un exabrupto, ya que es un juego con muchas variantes. Para conocerlo en detalle, debes saber los cantos en cada una de ellas y, como mínimo, saber cómo jugar poker con cartas españolas, una variante más “sencilla” para jugadores hispanohablantes que están más familiarizados con este tipo de cartas.

En Latinoamérica, vemos que países como Argentina y Brasil ya han reconocido oficialmente al póker como deporte, mientras que otras naciones como México aún no han dado ese paso. Sin embargo, en todo el continente es creciente su popularidad, influenciada por la calidad y cantidad de nuevas instancias de competencia de muy alto nivel.

Y es en este punto donde la polémica se intensifica. El póker es una disciplina ampliamente difundida por el mundo y cuenta con todos los atributos que sostienen la declaratoria del Bridge como deporte e, incluso, las cadenas internacionales de deportes transmiten sus torneos más importantes.

Muchos especialistas coinciden en que la negativa de conceder al póker el estatus de deporte se remonta a sus orígenes históricos. Un segmento de la población mundial alberga reservas y prejuicios contra esta disciplina a la que relacionan con tabernas, juegos ilegales y otros vicios.

No se puede dejar de lado que el póker es un complejo juego de estrategia, en el que los contendientes deben hacer avanzados cálculos de probabilidades y estimar correctamente el momento adecuado para cada jugada, tras hacer una lectura de las posibles intenciones del rival.

 Pese a que cada partida se inicia con una mano de cartas asignadas aleatoriamente, no hay duda de que la habilidad del jugador para sacar el máximo provecho de sus posibilidades es la variable decisiva para el resultado de cada encuentro.

¿Beneficios para tu cuerpo?

Queda claro que nadie se va a quebrar un hueso por jugar a las cartas, pero, fuera de chistes, hay estudios muy serios que refuerzan la teoría de que el bridge y el póker son prácticas que favorecen la quema de calorías.

La explicación es que estas disciplinas, al igual que el ajedrez o el mahjong, también dentro del mismo debate, propician el desarrollo de la atención, la inteligencia y la memoria. Esto, a su vez, incrementa el consumo de oxígeno y glucosa en el cerebro, lo que puede resultar equivalente a quemar hasta 350 calorías por día.

Y, por la misma razón, impulsan también la creación de nuevas conexiones neuronales y ayudan a prevenir la aparición de dolencias como la demencia y el Alzheimer.