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lunes 24 marzo 2025, 04:51 PM Por: Sofía Velasco
El fútbol es un deporte diferente, convirtiéndose en el más importante del mundo. Se estima que tiene unos 265 millones de fanáticos, es fácil de jugar en un campo o jardín cualquiera y se identifica de forma sencilla debido a que los jugadores deben correr en los estadios, así sea en cualquier parte del mundo.
Una prueba de esta información son aquellos que salieron a las calles a correr junto con su selección durante el campeonato de Argentina en el Mundial Qatar 2022. El deporte volvió a tener interés internacional desde el momento en que se anunció que Lionel Messi era campeón del mundo, un hecho en el que muchos hicieron sus apuestas de fútbol indicando que Argentina sería tricampeona.
Ahora bien, si lo que se quiere conocer fue el primer sitio donde este juego tuvo lugar, es necesario volver en el tiempo y recorrer gran parte del mundo. A continuación, estos son los detalles sobre el origen del fútbol y cómo llegó a tener interés internacional como hoy en día.
Los chinos se convirtieron en los primeros jugadores en darle patadas a un balón y colocándolo en el fondo de una red cerca del siglo III a.C. Después, se formalizó en Inglaterra a mediados del siglo XIX. Sin embargo, el predecesor de dicho deporte era más moderno, tanto así que tal como se juega hoy en día, también lo jugaba, y está en el continente Americano.
La idea de este deporte nació en Mesoamérica, así lo afirma la profesora de historia de arte de la Universidad de Yale, Mary Miller, quien se ha encargado de indagar sobre los orígenes de dicho deporte.
En América, dicha región se extiende a lo largo de Costa Rica y México, con destellos de civilizaciones pasadas que crecieron antes del descubrimiento de América por los europeos. En ese entonces, los colonos jugaban a la pelota usando una resina procedente de un árbol específico para crearla.
Aún no se conoce con exactitud donde se creó este deporte, pero sí se sabe que era popular en las culturas mesoamericanas. Por ejemplo, los mayas, los aztecas y los teotihuacanos conocen del mismo desde hace unos 3000 años.
Se cree que muchos juegos usaban una pelota hecha de caucho con un peso de 7 kilos, los cuales se han encontrado en registros arqueológicos. Asimismo, más evidencia sobre el fútbol aparece en vasijas hechas con cerámica con unos 1300 relieves escultóricos sobre piedra tallada en toda la región.
Las civilizaciones antiguas mejoraron la forma en que elaboraban el balón de caucho hace muchos años antes de que se produjera la vulcanización del caucho.
Para Miller, es posible que las pelotas de caucho se produjeran en masa. También agrega que, las pelotas tenían una estructura hueca, a pesar de tener un peso de 7 kilos.
Las bolas son prácticamente omnipresentes en las culturas de Mesoamérica, ya que eran valoradas por ellos y existen pruebas arqueológicas de estos hechos.
De acuerdo con los registros históricos, un escrito de la era colonial de Diego Durán, un Sacerdote de República Dominicana, describe al fútbol tal y como se juega hoy en día en 1585.
La persona que ganó el encuentro, según Durán, sería un hombre que vencería a muchos, superando una batalla.
Pero, aunque el fútbol era un deporte cotidiano, también tenía un lugar sagrado dentro de la religión de estas culturas, aportando significado en las guerras de las culturas de Mesoamérica. Los reyes de la cultura Azteca lo practicaban como medio de guerra, ganando sesiones de gobierno o disolviendo los conflictos diplomáticos con un partido.
En las culturas de Veracruz y maya, se trataba de más que un juego. Todos los que perdían el encuentro debían ser víctimas de sacrificio.
No están claros los detalles todavía, pero ciertas pistas muestran escenas donde se hacía un sacrificio a los que perdían el partido. El deporte y este tipo de partidos han tenido una conexión íntima como parte de la cultura maya. Por ejemplo, se puede ver a unos gemelos jugando con una pelota y venciendo a señores provenientes del inframundo en un campo, para culminar en la transformación del Sol y la Luna.
Los mayas tenían encuentros de fútbol con deidades, así lo explica Miller. En esta cultura existe un valor de enfrentamientos entre humanos y deidades, sigue diciendo.
De acuerdo con Miller, aunque las pruebas indican que los que perdían eran víctimas del hacha, los arqueólogos de mediados del siglo XX no creen en que todos murieran, excepto los ganadores. Desde su punto de vista, Miller cree que se trata de una representación de los mayas como excepcionales y no belicosos.
Aún quedan misterios sobre el origen del fútbol por resolver, especialmente sobre cómo funcionaba el ritual de los perdedores. Sin embargo, se espera que con nuevos descubrimientos se pueda elaborar una teoría más ajustada a la realidad.