Arsenal dominó ampliamente el partido ante el Crystal Palace en los cuartos de final de la Copa de la Liga, pero volvió a evidenciar su falta de gol. Pese a generar numerosas ocasiones y merecer marcar mucho antes, se topó una y otra vez con las grandes paradas de Walter Benítez. Finalmente se adelantó en el minuto 84 con un gol en propia puerta de Lacroix, aunque el Palace empató en el 95 por medio de Marc Guehi, llevando el encuentro a una larguísima tanda de penaltis.
Durante los 90 minutos, el conjunto de Arteta fue una máquina ofensiva: tuvo más del 79% de posesión y un promedio de goles esperados superior a 3, pero solo convirtió una vez. Benítez fue el héroe del Palace, especialmente en la primera parte, negando hasta tres goles claros a Madueke y sosteniendo a su equipo frente a un Arsenal intenso, veloz y profundo, con Martinelli y Madueke desbordando constantemente.
En la segunda mitad, el Crystal Palace ajustó líneas y logró equilibrar algo más el juego, mientras al Arsenal le costó generar ocasiones claras. Arteta recurrió a su amplio fondo de armario con la entrada de Odegaard y Saka, pero el gol no llegaba. Cuando parecía que el Arsenal se llevaba el triunfo, el Palace reaccionó en el tiempo añadido y forzó los penaltis con un cabezazo final de Guehi tras una falta lateral.
La tanda fue histórica: quince lanzamientos consecutivos convertidos sin que ningún portero pudiera intervenir. En el decimosexto penalti, Kepa Arrizabalaga detuvo el disparo de Lacroix y selló la clasificación del Arsenal a las semifinales, donde se medirá al Chelsea. El equipo londinense avanzó con justicia por su dominio, aunque el partido volvió a dejar claro que su gran asignatura pendiente sigue siendo la eficacia goleadora.
Con información base y foto de: EFE